Xiaomi Mi5, principales especificaciones
Cuando nos hablan de un smartphone de Xiaomi lo habitual es pensar primero en un precio muy ajustado y luego en componentes de primera si se trata de un modelo que juega contra la gama alta rival. Ya os hablamos que parte del secreto de Xiaomi es que es un experto ensamblador que consigue juntar en un terminal componentes de primera.
Hablando de diseño, Xiaomi ha dado una pequeña vuelta de tuerca a su línea, y lo cierto es que lo han hecho de forma muy acertada. Es un terminal bastante bonito –aunque esto es para gustos, claro está–, y como decíamos anteriormente, su curvatura trasera hace que sea muy cómodo en la mano.
En el frontal, el botón físico de home situado en la parte inferior actúa a su vez de lector de huellas dactilares, que funciona muy bien, aunque nos hubiera gustado que este botón fuese un poco más grande. A un lado tenemos los botones de control de volumen y encendido/apagado, y al otro no hay botones, pero sí las ranuras para las dos tarjetas nano-SIM.
En el borde superior tenemos el jack de 3,5 mm y la conectividad infrarroja, y en el inferior, los altavoces con el puerto USB de tipo C entre ambos.
Sobre el papel, excepto quizás la elección de un panel 1080p, el resto de componentes de este Xiaomi Mi5 podrían estar perfectamente en el más nuevo gama alta de cualquier fabricante. Incluso se ha atrevido con la carga por USB tipo C. Y todo en un acabado de cristal y con dimensiones muy conseguidas, especialmente en peso.
Sobra decir que estrena el Snapdragon 820 con generosa ración de memoria RAM y parte de los 32 GB de interna, aunque el lunar de no contar con ranura microSD está ahí. Y en cuanto a la cámara, dos son los elementos a destacar: la estabilización de cuatro ejes y el uso del sensor Sony IMX298 con protección de zafiro.
Debemos decir que estamos ante dos cámaras muy buenas, a la altura del resto del terminal, y eso ya es mucho decir. La calidad es muy buena, y en condiciones de poca luz tampoco se comporta nada mal. La calidad a la hora de grabar también es muy buena, aunque eso sí, la estabilización no ha sido tan buena como nos habían mostrado en su presentación, sin llegar a ser mala, ni mucho menos.
El resto de características se completan con una conectividad en la que no falta nada, una de las últimas versiones del sistema, Android 6.0 Marshmallow, sobre el que por supuesto corre MIUI, la capa de personalización de la compañía, y una batería de alta densidad que alcanza los 3000 mAh. En reposo, el terminal no consume nada, mientras que durante el uso, parece que consume un poco más de lo que nos hubiera gustado, aunque en líneas generales, la autonomía entra dentro de lo normal.
Hay tres versiones, una con 3GB de memoria RAM, 32GB de memoria interna y procesador a 1,8GHz . Con 3GB de memoria RAM, 64GB de memoria interna y procesador a 2,15GHz. Finalmente, el equipo con cuerpo cerámico, con 4GB de memoria RAM, 128GB de memoria interna y el procesador a 2,15GHz